Tema: No seas Chismoso
Texto: (levítico 19:16)
Introducción: Prov 20:19 El que anda en chismes
descubre el secreto; No te entremetas, pues, con el suelto de lengua.
Lev. 19:16 No andarás chismeando entre tu pueblo.
Lev. 19:16 No andarás chismeando entre tu pueblo.
La definición de un “chismoso” es una persona que
repite chismes, que son hablilla, murmuración o conversación malsana acerca de
personas ausentes. Es de hablar a espaldas de la gente en una forma cobarde,
solo para descubrir lo que no deben repetir. El chismoso es una persona que
hace mucho daño a los cristianos. La parte más importante y más menospreciada
de la fe cristiana es la relación entre los hermanos, y el amor y hermandad que
gozamos en Cristo. Dios estima esto grandemente, y ha hecho la iglesia para que
los hermanos se edifiquen uno al otro. Pocos ponen importancia sobre esto, y
muchos destruyen toda esperanza que funciona moralmente como Dios diseñó para
que funcione.
Entendiendo lo que es
un chismoso
Primero tenemos que entender que Dios nunca diseñó que
el cristiano ande solo en el mundo, ni tampoco que ande en un vacío. El
cristiano está afuera de lugar si está solo. De ser cristiano es de confesar a
Jesús como el Cristo, el objeto final de nuestra fe y esperanza, entonces
siempre el cristiano testifica a otros alrededor de él. Con un poco de tiempo,
cualquier cristiano quien está solo empieza a influir en otros para que se
hagan en conjunto y una comunidad de fe (la iglesia local). Si Satanás no puede
deprimir al creyente para que no testifique, entonces ataca la comunidad de fe.
Cuando hay varios creyentes juntos, conviviendo en el
día del Señor cada domingo, entonces empiezan a edificarse el uno al otro. Su
fuerza espiritual empieza a crecer, con fuerte oración de unos para otros, con
exhortaciones y alabanzas en los servicios, y el amor de Dios empieza a
manifestarse fuertemente. En este momento Satanás inserta al chismoso, quien
empieza a divulgar información dañina de uno al otro. (1) “¿No sabes lo
que fulano dijo sobre ti? Déjame decirlo.” (2) “Oigo que esa soltera estaba
embarazada, y ¡abortó! Por eso no vino varios domingos.” (3) “El pastor no me
saludó. Está muy deprimido. Tal vez tiene problemas con su esposa, o malgastó
su dinero y ¡está bancarrota!” Todos estos tipos de cosas son chismes. Jugosos,
y que son deliciosos a recontar. Todo esto destruye la armonía entre los
hermanos y con mucha astucia, siembran discordia, contención, falta de
confianza, y antagonismo entre la comunidad de fe. Por esto, Dios directamente
prohíbe el chisme (Lev 19:16).
El Carácter del
Chismoso
El chismear es de murmurar en contra de otros no
presentes. Dios es verdad, y los hijos de Dios llevan este amor y preferencia
por la verdad. Ellos hablan solamente la verdad, porque su salvación gira
alrededor de la verdad de Dios, y su Salvador y Dios está muy envuelto con la
verdad (Jn 14:6 “Yo soy.. la verdad”).
Jn 8:32 y conoceréis la verdad, y la verdad os
hará libres.
Jesús enseñó que por abrazar la verdad con toda tu
vida, esfuerzo, y corazón, vas a poder ser libre del pecado.
Ef. 4:15 sino que siguiendo la verdad en amor,
crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,
La vida cristiana se basa sobre seguir la verdad en el
amor de Dios. Este amor es de hacer bien a tu prójimo, no de dañarle por tus
palabras.
Jn 3:21 Mas el que practica la verdad viene a la
luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
Entendemos que una parte esencial de nuestra salvación
es este amor por la verdad, y el rechazo de toda cosa ajena a la verdad. Pablo
explicó que hubo algunos en su día que pretendían ser salvos, pero no llegaron
a la verdadera salvación, “para los que se pierden, por cuanto no recibieron el
amor de la verdad para ser salvos” (2Ts 2:10). El chismoso está lleno de
falsedad, pero el hijo de Dios no puede tolerar estas mentiras y exageraciones
que dañan a la reputación de otros.
Pro. 11:12 El que carece de entendimiento
menosprecia a su prójimo; Mas el hombre prudente calla.
El chismoso es alguien que menosprecia a su prójimo,
entreteniéndose mientras que mata verbalmente a otras personas con cuchillos
fríos de palabras sin amor. En esto de acusar por maldad, llega a ser un
literal diablo (Apo 12:10 “ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros
hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche”). El carácter
y actividad de Satanás es de llevar a Dios cualquier información que puede
dañarnos, y luego diseminarla a todo el mundo para traernos vergüenza (igual
para desacreditar a Dios). El chismoso es el títere del diablo, haciendo su
trabajo para él.
Los Amigos del Chisme
Rom. 1:29-32 estando atestados de toda
injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia,
homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores,
aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de
males,… necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin
misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que
practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también
se complacen con los que las practican.
El carácter del chismoso toma varias formas, por
ejemplo, del hablar de cosas vanas (“¡mira el vestido de Ana, ¡Que colores tan
horribles!”), de murmurar en contra de otros, de ser detractor (atacar a otro),
de tener envidia, inventar males, de ser desleal a la amistad y hermandad
cristiana, etcétera. Pablo vincula al chismoso con el ser entremetido (1Tim
5:13). A fin de cuentas, todo esto es de hacer maldad a tu prójimo, y que te
identifica como una persona que carece del amor de Dios, o sea, una persona no
salva.
En una forma, el chisme ayuda a la persona carnal que
piensa que es muy espiritual, porque no es tan mala como la otra persona a
quien están atacando en ese momento.
Control de la Lengua
la Marca de un Cristiano
Stg 1:26 Si alguno se cree religioso entre
vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del
tal es vana.
Santiago nos declara que la salvación y adoración a
Dios que no tiene una fuerte restricción de pecados de la lengua es una persona
inconversa, hipócrita, y vana su vida. Simplemente el cristiano refrena su
lengua de hablar lo que no debe.
Prov 13:3 El que guarda su boca guarda su alma;
Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
Los que tienen diarrea de la boca son los inconversos
y carnales, no los cristianos y mucho menos los espirituales. Por la boca
establecemos lo que está en nuestro corazón. El cristiano sabio va siempre a
buscar de “guardar su boca.”
Prov 4:23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu
corazón; Porque de él mana la vida. 24 Aparta de ti la perversidad de la
boca, Y aleja de ti la iniquidad de los labios.
De vivir la vida cristiana es de cuidar su corazón (lo
que fluye de allí) y la salida de las cosas del corazón es por la boca.
El Remedio de Chismear
Sal 101:5 Al que solapadamente infama a su prójimo, yo
lo destruiré; No sufriré al de ojos altaneros y de corazón vanidoso.
David rechazó el tener chismosos y calumniadores
alrededor de él. Él dijo que se opondría a ellos, y no sufrirá a ellos como sus
amigos o acompañantes.
Primero, para las personas “inocentes” a quienes el
chismoso viene para calumniar, ¿Por qué aceptas oír malas cosas que no tienen
que ver contigo? De participar con este pecado es de ser condenado igualmente
con el chismoso.
Segundo, debemos aborrecer el chisme. Debemos juzgar
fuertemente cualquier información que recibimos o que damos de otros si es
realmente “inocente” o libre del pecado de chismear. Si lo presenta en una luz
mala, puede ser chisme o calumnia. Simplemente, hay unos por ejemplo, maestros,
pastores, médicos, autoridades civiles que se meten a corregir a otros, y para
ellos, es su trabajo de meterse en las vidas ajenas. Aun con este deber, no les
da permiso de divulgar a terceros todo lo que saben o de lo que se enteran.
Pero, si no estamos en unas de estas posiciones, entonces debemos frenar el
comentario de las vidas de otros, y nuestras opiniones de los demás deben ser
pocas, pequeñas, y no picantes.
Tercero, no hay nada como el ser honesto en el amor.
Decimos la verdad, pero el amor templa todo lo que decimos para que no
divulguemos los secretos cuando no sea adecuado o necesario. Piensa cada vez
que dices algo de otra persona, lo dirías igualmente si esta persona de quien
estás hablando estaría enfrente de ti? ¿En el gran juicio, me arrepentiría de
haber dicho eso?
Mat. 12:36 Mas yo os digo que de toda palabra
ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás
condenado.
Si vemos y estimamos la importancia que Dios pone en
lo que decimos, que nos justifica o nos condena, entonces tendríamos más
precaución de simplemente no abrir la boca.
Sal 15:1 Jehová, ¿quién habitará en tu
tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? 2 El que anda en integridad
y hace justicia, Y habla verdad en su corazón. 3 El que no calumnia con su
lengua, Ni hace mal a su prójimo, Ni admite reproche
alguno contra su vecino.
Conclusión: Dios claramente no tiene ni a un chismoso
ni a uno calumniador o detractor en el cielo. Entonces, nos sale esta
importantísima pregunta, ¿Por qué quieres chismear? ¿Por qué te permites a ti
mismo de hacer esto? ¿No debe quedar lejos de un cristiano el chismear, el
calumniar, el reproche o admitir reproche (oír de otros), en fin, no hacer mal
a su prójimo?
Oración: señor no permitas en mi ese mal espíritu de
chisme hazme callar
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