martes, 12 de junio de 2012

clamando he intercediendo por el rebaño (Jn10:11-18)



 Tema: No seas Chismoso
Texto: (levítico 19:16)
Introducción: Prov 20:19 El que anda en chismes descubre el secreto; No te entremetas, pues, con el suelto de lengua.
Lev. 19:16 No andarás chismeando entre tu pueblo.
La definición de un “chismoso” es una persona que repite chismes, que son hablilla, murmuración o conversación malsana acerca de personas ausentes. Es de hablar a espaldas de la gente en una forma cobarde, solo para descubrir lo que no deben repetir. El chismoso es una persona que hace mucho daño a los cristianos. La parte más importante y más menospreciada de la fe cristiana es la relación entre los hermanos, y el amor y hermandad que gozamos en Cristo. Dios estima esto grandemente, y ha hecho la iglesia para que los hermanos se edifiquen uno al otro. Pocos ponen importancia sobre esto, y muchos destruyen toda esperanza que funciona moralmente como Dios diseñó para que funcione.
Entendiendo lo que es un chismoso
Primero tenemos que entender que Dios nunca diseñó que el cristiano ande solo en el mundo, ni tampoco que ande en un vacío. El cristiano está afuera de lugar si está solo. De ser cristiano es de confesar a Jesús como el Cristo, el objeto final de nuestra fe y esperanza, entonces siempre el cristiano testifica a otros alrededor de él. Con un poco de tiempo, cualquier cristiano quien está solo empieza a influir en otros para que se hagan en conjunto y una comunidad de fe (la iglesia local). Si Satanás no puede deprimir al creyente para que no testifique, entonces ataca la comunidad de fe.
Cuando hay varios creyentes juntos, conviviendo en el día del Señor cada domingo, entonces empiezan a edificarse el uno al otro. Su fuerza espiritual empieza a crecer, con fuerte oración de unos para otros, con exhortaciones y alabanzas en los servicios, y el amor de Dios empieza a manifestarse fuertemente. En este momento Satanás inserta al chismoso, quien empieza a divulgar información dañina de uno al otro. (1) “¿No sabes lo que fulano dijo sobre ti? Déjame decirlo.” (2) “Oigo que esa soltera estaba embarazada, y ¡abortó! Por eso no vino varios domingos.” (3) “El pastor no me saludó. Está muy deprimido. Tal vez tiene problemas con su esposa, o malgastó su dinero y ¡está bancarrota!” Todos estos tipos de cosas son chismes. Jugosos, y que son deliciosos a recontar. Todo esto destruye la armonía entre los hermanos y con mucha astucia, siembran discordia, contención, falta de confianza, y antagonismo entre la comunidad de fe. Por esto, Dios directamente prohíbe el chisme (Lev 19:16).
El Carácter del Chismoso
El chismear es de murmurar en contra de otros no presentes. Dios es verdad, y los hijos de Dios llevan este amor y preferencia por la verdad. Ellos hablan solamente la verdad, porque su salvación gira alrededor de la verdad de Dios, y su Salvador y Dios está muy envuelto con la verdad (Jn 14:6 “Yo soy.. la verdad”).
Jn 8:32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Jesús enseñó que por abrazar la verdad con toda tu vida, esfuerzo, y corazón, vas a poder ser libre del pecado.
Ef. 4:15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,
La vida cristiana se basa sobre seguir la verdad en el amor de Dios. Este amor es de hacer bien a tu prójimo, no de dañarle por tus palabras.
Jn 3:21 Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
Entendemos que una parte esencial de nuestra salvación es este amor por la verdad, y el rechazo de toda cosa ajena a la verdad. Pablo explicó que hubo algunos en su día que pretendían ser salvos, pero no llegaron a la verdadera salvación, “para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos” (2Ts 2:10). El chismoso está lleno de falsedad, pero el hijo de Dios no puede tolerar estas mentiras y exageraciones que dañan a la reputación de otros.
Pro. 11:12 El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; Mas el hombre prudente calla.
El chismoso es alguien que menosprecia a su prójimo, entreteniéndose mientras que mata verbalmente a otras personas con cuchillos fríos de palabras sin amor. En esto de acusar por maldad, llega a ser un literal diablo (Apo 12:10 “ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche”). El carácter y actividad de Satanás es de llevar a Dios cualquier información que puede dañarnos, y luego diseminarla a todo el mundo para traernos vergüenza (igual para desacreditar a Dios). El chismoso es el títere del diablo, haciendo su trabajo para él.
Los Amigos del Chisme
Rom. 1:29-32 estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males,… necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.
El carácter del chismoso toma varias formas, por ejemplo, del hablar de cosas vanas (“¡mira el vestido de Ana, ¡Que colores tan horribles!”), de murmurar en contra de otros, de ser detractor (atacar a otro), de tener envidia, inventar males, de ser desleal a la amistad y hermandad cristiana, etcétera. Pablo vincula al chismoso con el ser entremetido (1Tim 5:13). A fin de cuentas, todo esto es de hacer maldad a tu prójimo, y que te identifica como una persona que carece del amor de Dios, o sea, una persona no salva.
En una forma, el chisme ayuda a la persona carnal que piensa que es muy espiritual, porque no es tan mala como la otra persona a quien están atacando en ese momento.
Control de la Lengua la Marca de un Cristiano
Stg 1:26 Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
Santiago nos declara que la salvación y adoración a Dios que no tiene una fuerte restricción de pecados de la lengua es una persona inconversa, hipócrita, y vana su vida. Simplemente el cristiano refrena su lengua de hablar lo que no debe.
Prov 13:3 El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
Los que tienen diarrea de la boca son los inconversos y carnales, no los cristianos y mucho menos los espirituales. Por la boca establecemos lo que está en nuestro corazón. El cristiano sabio va siempre a buscar de “guardar su boca.”
Prov 4:23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. 24 Aparta de ti la perversidad de la boca, Y aleja de ti la iniquidad de los labios.
De vivir la vida cristiana es de cuidar su corazón (lo que fluye de allí) y la salida de las cosas del corazón es por la boca.
El Remedio de Chismear
Sal 101:5 Al que solapadamente infama a su prójimo, yo lo destruiré; No sufriré al de ojos altaneros y de corazón vanidoso.
David rechazó el tener chismosos y calumniadores alrededor de él. Él dijo que se opondría a ellos, y no sufrirá a ellos como sus amigos o acompañantes.
Primero, para las personas “inocentes” a quienes el chismoso viene para calumniar, ¿Por qué aceptas oír malas cosas que no tienen que ver contigo? De participar con este pecado es de ser condenado igualmente con el chismoso.
Segundo, debemos aborrecer el chisme. Debemos juzgar fuertemente cualquier información que recibimos o que damos de otros si es realmente “inocente” o libre del pecado de chismear. Si lo presenta en una luz mala, puede ser chisme o calumnia. Simplemente, hay unos por ejemplo, maestros, pastores, médicos, autoridades civiles que se meten a corregir a otros, y para ellos, es su trabajo de meterse en las vidas ajenas. Aun con este deber, no les da permiso de divulgar a terceros todo lo que saben o de lo que se enteran. Pero, si no estamos en unas de estas posiciones, entonces debemos frenar el comentario de las vidas de otros, y nuestras opiniones de los demás deben ser pocas, pequeñas, y no picantes.
Tercero, no hay nada como el ser honesto en el amor. Decimos la verdad, pero el amor templa todo lo que decimos para que no divulguemos los secretos cuando no sea adecuado o necesario. Piensa cada vez que dices algo de otra persona, lo dirías igualmente si esta persona de quien estás hablando estaría enfrente de ti? ¿En el gran juicio, me arrepentiría de haber dicho eso?
Mat. 12:36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Si vemos y estimamos la importancia que Dios pone en lo que decimos, que nos justifica o nos condena, entonces tendríamos más precaución de simplemente no abrir la boca.
Sal 15:1 Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? 2 El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón. 3 El que no calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prójimo, Ni admite reproche alguno contra su vecino.
Conclusión: Dios claramente no tiene ni a un chismoso ni a uno calumniador o detractor en el cielo. Entonces, nos sale esta importantísima pregunta, ¿Por qué quieres chismear? ¿Por qué te permites a ti mismo de hacer esto? ¿No debe quedar lejos de un cristiano el chismear, el calumniar, el reproche o admitir reproche (oír de otros), en fin, no hacer mal a su prójimo?
Oración: señor no permitas en mi ese mal espíritu de chisme hazme callar 

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